Recomendaciones
Aquí detallamos las recomendaciones que se han identificado a lo largo del Estudio mediante la lectura de las fuentes bibliográficas, la investigación propia, el análisis de las imágenes, las entrevistas y la impartición de talleres.
Cómo comenzar
■ Identificar los distintos canales a través de los cuales se comunican los mensajes de la organización. En la actualidad las organizaciones utilizan una amplia diversidad de canales (TV, radio, publicaciones, Webs, redes sociales, intervención directa…) para comunicar sus mensajes. Todos esos canales deben de operar dentro de los marcos de referencia que se definan, coherentes con los fines de la organización.
■ Tener muy presente la importancia de las imágenes en la construcción de los mensajes. Las imágenes construyen realidad. Se dice que una imagen vale más que mil palabras. En los mensajes se deben de elaborar, seleccionar y cuidar los textos tanto como las imágenes.
■ Incorporar a todo el equipo en el análisis de las imágenes. La polisemia de las imágenes requiere que la selección y análisis de las mismas se realice por un grupo de trabajo inclusivo y diverso. Consultar también, cuando sea posible, a personas ajenas a la organización.
Identificar marcos de referencia dominantes
■ Fomentar en el equipo de trabajo una actitud de alerta para identificar marcos de referencia y narrativas dominantes, hegemónicas o excluyentes. La insistencia y profusión de mensajes dominantes facilitan la asimilación acrítica de estos mensajes por las personas. Sólo quienes permanecen alerta podrán identificar la mayor parte de ellos. El mejor modo de desafiar estas narrativas dominantes y hegemónicas es proponer otras narrativas que se inserten en un nuevo marco, que potencie los valores que queremos promover. Es esencial desarrollar nuevos códigos visuales que fortalezcan el concepto de paz positiva y que promuevan la participación plena de las mujeres. Especial atención para evitar producir y replicar imágenes que muestren a las mujeres como víctimas pasivas.
■ Aprender de los errores ajenos. Recoger ejemplos de mensajes cuya referencia sean marcos transaccionales, consumistas, hegemónicos o excluyentes para analizarlos con el equipo de trabajo.
■ Reforzar el concepto de corresponsabilidad entre hombres y mujeres, evitando aquellas representaciones gráficas y textos que impliquen una división sexual del trabajo.
■ Las mujeres como colectivo y los hombres como individuos, buscar el equilibrio en las formas de representación. Las mujeres tienen su singularidad, también son protagonistas, evitar representarlas sólo en colectivo.
■ Leer, compartir, consultar, seguir a quienes trabajan desde la perspectiva de los marcos conceptuales para incorporar sus aportes a la organización. Recoger la experiencia de la organización al respecto y compartirla con otras organizaciones. Estamos hablando de comunicar mejor los valores compartidos.
■ Hacer un uso crítico y no sexista del lenguaje oral, escrito y visual tanto para mujeres como para hombres. Trabajar por un lenguaje inclusivo. Evitar estereotipos que nos limitan.
Elaborar marcos de referencia alternativos
■ Formar equipos de trabajo inclusivos y diversos. Cada persona aporta una mirada particular basada en su experiencia, no despreciar la diversidad de enfoques. Fomentar la multidisciplinariedad. Se trata de incluir todo aquello que desde el arte, la publicidad, la cooperación, el diseño, las redes sociales, los medios audiovisuales y otros campos pueden aportar para elaborar nuevos marcos sobre construcción de paz y género.
■ Dedicar tiempo a estudiar y analizar las imágenes, tienen un gran valor comunicativo y son síntesis de historias y relatos que facilitan el vínculo.
■ Aprender de quienes lo hacen bien. Elaborar un archivo de las buenas prácticas que se identifiquen, compartirlo con el grupo de trabajo y con otros profesionales y organizaciones.
■ Trabajar la creatividad, buscar nuevos símbolos, metáforas, vínculos, palabras generadoras para construir nuevas narrativas incluyentes.
■ Trabajar en las propuestas. Cuando sea posible, situar a la organización más allá de la denuncia.
■ Combatir la invisibilidad de las mujeres. Se trata de visibilizar los logros y valores de ambos sexos. La presencia de las mujeres debe mostrarse de manera equilibrada y no como casos excepcionales o esporádicos. Se trata de mostrar a las mujeres que habitan el mundo, dándoles su espacio y voz propia.
■ Citar la autoría de las mujeres en sus actividades y propuestas. Resalta los aspectos y conceptos positivos asociados a sus acciones. Ponerlas en valor.
■ Representar la diversidad de las mujeres con sus aportaciones y necesidades. Mostrar su compromiso político, la capacidad de incidencia de sus colectivos y organizaciones.
■ Usar conceptos potentes y dinámicos. Como el sentido de lo colectivo, la utopía, el empoderamiento ciudadano, etc.
■ Enfoque divertido, atreverse a soñar. Construye una narrativa que transforme emociones, mentes y comportamientos. Se trata de construir una visión, de ser capaces de comunicar un sueño.
■ Presentar y representar temas, experiencias y protagonistas que cuestionen y contradigan los estereotipos y prejuicios.
■ Buscar personas que representen vidas y modelos alternativos, poco frecuentes, que ilustren la diversidad de mujeres y hombres. Se trata de visibilizar la diversidad étnica, cultural, de edad, etc. No hay un “modelo de mujer”, hay muchos tipos de mujeres y hombres. La presencia de personas con distintas características físicas, étnicas, socioeconómicas, de distinta edad, muestra una realidad más acorde con la sociedad.
■ Elaborar y utilizar materiales y recursos didácticos diseñados desde una perspectiva crítica, que también incluya la perspectiva de género. Incluir la perspectiva de género en todas las acciones de la organización. No usar el “masculino universal”, analiza cómo cada actividad afecta a las mujeres y cómo será percibida por ellas.
■ Dar visibilidad a la paz positiva como acción, reforzando el mensaje de que la paz es un proceso que implica a todas las personas, frente a la paz entendida como pasividad.
■ Elegir imágenes transgresoras sobre las mujeres y la paz. Vincular el trabajo de las mujeres por la paz a los conceptos de rebeldía, creatividad, audacia, libertad, etc. Ofrecer nuevas imágenes.
■ Buscar, elaborar y proponer códigos de representación que enriquezcan y dignifiquen a las mujeres como actores en la sociedad, otorgándoles autoridad y evitando los estereotipos o tópicos como palomas, arco iris, infantilización de las ilustraciones, etc., que limitan y reducen el imaginario colectivo.
■ Reforzar mensajes positivos, esperanzadores que muestren los cambios alcanzados y la multitud de personas que trabajan por la transformación social.
■ Elegir imágenes movilizadoras que llamen a la acción, sin espacio para la indiferencia, que permitan identificarse, que ofrezcan la posibilidad de vincularse, de ser parte del cambio.